“Lo que un hombre es en sí mismo, lo que le acompaña en la soledad y lo que nadie puede darle ni quitarle, es indudablemente más esencial para él que todo lo que puede poseer o lo que puede ser a los ojos de los demás.” (Arthur Schopenhauer)

¡Jaque!

 
No te des por vencido ni aun vencido,
no te sientas esclavo ni aun esclavo;
trémulo de pavor piénsate bravo
y arremete feroz ya mal herido.

Ten el tesón del clavo enmohecido
que ya viejo y ruin vuelve a ser clavo;
no la cobarde intrepidez del pavo
que amaina su plumaje al primer ruido.

Procede como Dios que nunca llora,
o como Lucifer, que nunca reza,
o como el robledal cuya grandeza
necesita del agua y no la implora.

¡Que muerda y vocifere vengadora
ya rodando en el polvo, tu cabeza!
Fragmento del poema “¡Avanti!”
Almafuerte (Pedro B. Palacios)

Sin retorno

La nave de los loco (El Bosco)
Al parecer una empresa  holandesa, Mars One, fundada por el investigador y emprendedor Bas Landsdorp, pretende  crear una colonia humana permanente en Marte. Para evitar el elevadísimo coste que supone el regreso a Tierra, la idea es enviar a estos colonos  sin billete de vuelta. En abril de 2023, los cuatro primeros hombres y mujeres se posarán sobre Marte. Se sumarán, posteriormente, otros astronautas a un ritmo de 2 por año.

De momento, más de mil personas han enviado sus solicitudes para formar parte del proceso de selección. En cuanto estén instalados y completamente equipados en Marte los módulos: "Cervecería”, “Confitería”, “Kiosco de prensa” y “Estanco” me presento voluntario. Soy capaz de asumir ciertos riesgos pero calamidades… las justas.

Igualito



Mi abuelo Tano me contaba cómo cada vez que una persona sin recursos llegaba al pueblo, una de las casas (se había establecido un sistema de turnos rotativos) abría sus puertas para él. Comía, se aseaba, dormía y podía incluso llegar a pasar allí varios días. Algunas veces realizaban algún tipo de trabajo para la casa, pero no era lo común. Casi siempre daban noticias de familiares o conocidos de otros pueblos por los que hubiesen pasado y eran utilizados para dar noticias a personas de pueblos por los que fueran a pasar: “Hace un mes estuve en La Mata, en casa de tu hermana Bina y me dijo que no te preocuparas por nada, que ya estaba mucho mejor”. A pesar de ser una zona de pueblos muy humildes, a cualquier necesitado que pasaba por allí nunca le faltaba un plato de comida, agua caliente, un techo donde dormir y conversación, mucha conversación. Algunos eran conocidos y habituales, como Enrique “el del caldero” (llevaba un caldero donde lavaba su ropa) que como medio de vida iban de pueblo en pueblo, de casa en casa, haciendo un largo recorrido de tal forma que pasaban por cada aldea varias veces al año, pero la mayoría eran personas desconocidas que simplemente pasaban por allí pidiendo ayuda y a las que les abrían no solo las puertas de sus casas sino que compartían con ellos lo poco que en ellas había. Si esto se hacía con un desconocido uno puede fácilmente imaginar (o ya no… no estoy seguro) el grado de solidaridad que podría haber cuando por una mala cosecha, la muerte de sus animales, un incendio o cualquier otra circunstancia, la persona que se quedaba en la ruina y sin recursos para subsistir fuese un vecino, un conocido, un familiar o un amigo.

Pero que nadie se engañe, posiblemente se matarían los unos a los otros por la herencia de unas sábanas, por las lindes de unas tierras o por el turno de riego, pero cuando algo realmente importante ocurría, todo eso quedaba temporalmente aparcado. Se dejaban unos a otros lo poco que tenían para comprar tierras o simplemente hacer pan, entre todos reconstruían la casa quemada y podía darse el caso de que el que más leche tenía fuese precisamente al que se le había muerto la vaca, pues todos los vecinos acudían con una jarra en su ayuda.

Gentes duras, acostumbradas a las desgracias, casi todos sus días fueron de vacas flacas. Sabían perfectamente que, en cualquier momento, el suelo se podría abrir bajo sus pies, que ellos mismos podrían ser los próximos, y por eso mismo, eran incapaces de dar la espalda a quienes corrían peor suerte aun que ellos. Del Estado, igual que ahora, no podían esperar ningún bien y los bancos, como ahora, tampoco daban crédito al que nada tenía. Trabajo si…, había y mucho, tanto que había que trabajar dos días para poder comer uno. Aun así, nunca dudaban en paliar, en la medida de sus posibilidades, las necesidades, y no solo materiales, de todo aquel que por allí pasaba.

Hoy, no mucho tiempo después de todo esto, la situación es prácticamente la misma, vivo en un bunker al que llamo hogar, a mi vecino de puerta lo he visto sólo tres veces, me molesta que suene el portero automático y nunca abro si suena el timbre de la puerta. Igualito.

Te arrepentirás

"Cásate y te arrepentirás, no te cases y también te arrepentirás; te cases o no te cases, te arrepentirás de todos modos. Ríete de las locuras del mundo y te arrepentirás, llora por las locuras del mundo y también te arrepentirás; te rías o llores de las locuras del mundo igualmente te arrepentirás; tanto si ríes como si lloras de ellas lo lamentarás de todos modos. Confía en una muchacha y te arrepentirás; no confíes en ella y te arrepentirás igualmente.; le des o no le des confianza te arrepentirás en ambos casos; tanto si le das confianza como si no se la das lo lamentarás. Ahórcate y te arrepentirás, no te ahorques y también te arrepentirás, te ahorques o no te ahorques, lo lamentaras; tanto si te ahorcas como si  no lo haces, lo lamentarás de todos modos. Éste es, señores, el resumen de toda la sabiduría de la vida”.

Sorel Kierkegaard

Deja ir a tu pueblo


Aquí yo os haré llover pan del cielo; y el pueblo saldrá, y recogerá diariamente la porción de un día, para que yo pruebe si anda en mi ley, o no.

Ex 16:4
 
A mi amigo Leonardo, el científico, ingeniero, inventor, arquitecto, urbanista, anatomista, botánico, escritor, filósofo, artista, pintor, músico, poeta y escultor, al perfecto polímata, me lo he encontrado esta mañana en una terminal del aeropuerto de Barajas, camino de Alemania

 
 
 

La duda



A veces no sé si la valla que rodea mi casa es realmente para que no entren o para que no salga.

Nota hallada en Adén


Mi nombre es Arthur Rimbaud. A los diecisiete años, apenas llegado a París y tras escuchar de mis labios el poema “le Bateau lvre” fuí llevado, por las calles de París, a hombros de los más insignes poetas franceses de la época. Fui el enfant terrible, el genio adolescente, el rebelde, el despectivo, el transgresor; con sólo veinte años y aburrido de mi salvaje existencia decidí dejarlo todo y transformarme en un simple emigrante en busca de trabajo y de fortuna. Cambié la condición de poeta genial por la de trabajador abnegado, la literatura por la vida. Ayer buscaba la libertad escribiendo y bebiendo absenta a morro en París, hoy la busco en Abisinia trabajando duramente para poder volver a Francia millonario y así, cargado de dinero, ser feliz, casarme y formar una familia. Tal vez el destino me tenga reservada otra suerte, tal vez fracase, muera pobre en estas tierras miserables y lo único que quede de mí sea todo aquello de lo que hoy reniego.

El Presocrático


Paseaba despacio, con pasos cortos, distraído y mirando al cielo. Contemplaba la gran bola de fuego que lo iluminaba todo y las nubes que mudaban lentamente. Fuego, aire, agua…Especulaba sobre el principio material de la Naturaleza e intentó, por primera vez, aparcar todos los mitos, todos los dioses y dudar, dudar de todas las explicaciones oídas hasta entonces. Intentaba, a su manera, describir de una forma completamente racional la naturaleza del mundo que le rodeaba. La razón, el logos, como única herramienta. De repente, alzó la voz y dijo:

-          Papa, mama…. Si el Sol está en el cielo y es fuego, y la lluvia cae del cielo ¿Por qué el agua del cielo no apaga el Sol?

No recuerdo la explicación, solo recuerdo la cara del niño. Su expresión parecía decir: “No comprendéis nada”. Fue, seguramente, como si Homero hubiese respondido a las dudas de Tales. Siguió paseando, al lado de sus padres y mirando al cielo, no sé si buscando otras preguntas o, tal vez, otras respuestas.

El final de una arcadia

Ayer bajé, como todos los días, a mi hijo Darío al parque. Esparcidos por el suelo había pelotas, coches, camiones, palas, rastrillos, cubos… todo ello de varios niños que en aquel momento se encontraban en el parque. Hasta ahora cada vez que un niño se acercaba y le cogía la pelota, sencillamente, se agachaba, cogía otro juguete y a otra cosa mariposa. Pero ayer algo cambió, de repente, mientras estaba sentado en un balancín un niño se acercó y cogió su pelota. Se bajó del balancín como un rayo, se fue hacia el niño y directamente le quitó la pelota, la cogió con las dos manos y se plantó inmóvil delante del niño mirándolo desafiantemente. Hubo algún intento de recuperar la pelota, pero Darío, con arrojo torero, movía la pelota a un lado y a otro evitando las envestidas del otro niño con sus pies anclados en la arena, al mismísimo estilo José Tomás.
La verdad es que me quedé perplejo ante lo nuevo del comportamiento y temiendo oír los clarines que dan paso al tercio de varas estuve a punto de decir: “Darío, no seas así, déjale tu pelota al niño”. Por mi mente pasó de repente, en cuestión de segundos, el recuerdo de todo el veneno que desde hace dos años le he ido lentamente inoculando: “eso no se toca Darío, esa agenda (póngase aquí lo que plazca, portátil, libro, caja de herramientas, …) es de papá”. La verdad es que era solo cuestión de tiempo. Aunque se estaba mascando la tragedia, me contuve y decidí no intervenir a no ser que fuese estrictamente necesario.
Cuando los dos niños detuvieron sus movimientos y comenzaron a mirarse fijamente a los ojos pensé: “o hago algo ahora o se va a liar parda”. Fue entonces cuando Darío sonrió maliciosamente y señaló con su pequeño dedo un camión rojo que había en el suelo. El otro niño lo cogió y se intercambiaron pacíficamente sus juguetes. Los dos salieron corriendo en direcciones opuestas, felices con sus nuevas adquisiciones.
Sé que hay que ir quemando etapas. La arcadia de la propiedad colectiva (lo que está en el parque es de los que están en el parque) fue bella, pero duró lo que duró y sé que llegará un día en el que lo quiera todo, la pelota y el camión. Mientras tanto, respiro tranquilo, aliviado, bendiciendo las virtudes de la negociación y el trueque.

Un poema de Wislawa Szymborska


PROSPECTO
Soy un tranquilizante.
Funciono en casa,
soy eficaz en la oficina,
me siento en los exámenes,
comparezco ante los tribunales,
pego cuidadosamente las tazas rotas:
sólo tienes que tomarme,
disolverme bajo la lengua,
tragarme,
sólo tienes que beber un poco de agua.

Sé qué hacer con la desgracia,
cómo sobrellevar una mala noticia,
disminuir la injusticia,
iluminar la ausencia de Dios,
escoger un sombrero de luto que quede bien con una cara.
A qué esperas,
confía en la piedad química.

Eres todavía un hombre joven,
deberías sentar la cabeza de algún modo.
¿Quién ha dicho
que la vida hay que vivirla arriesgadamente?

Entrégame tu abismo,
lo cubriré de sueño,
me estarás agradecido
por haber caído de pies.
Véndeme tu alma.
No habrá más comprador.


Ya no hay otro demonio.

De "Si acaso" 1978

Delirios de grandeza


Fijémonos en las figuras de la parte superior. Veamos lo que veamos, en la figura de la izquierda no existe ningún punto negro, ni en la imagen de la derecha se mueve absolutamente nada. Sin embargo, vemos puntos negros y figuras en movimiento.

En los dos rostros de la parte inferior se puede observarse un hombre enfadado a la izquierda y una mujer seria a la derecha, ¿Estas seguro? Sepárate 2 o 3 metros (también sirve si la haces más pequeña) y los rostros se intercambiarán.

El ojo nos engaña solemos decir. Pobre ojo, qué culpa tendrá de nada, el que nos engaña es nuestro cerebro. Se pueden encontrar decenas, cientos, miles de ejemplos parecidos en donde se demuestra como la realidad nada tiene que ver con lo que percibimos. ¿Y si el cerebro no nos engañara un número limitado de veces con determinadas percepciones muy concretas? ¿Y si nos engañase siempre?  ¿Y si todo lo que veo, lo que creo que existe, no fuera más que el fruto de mi imaginación?  ¿Y si yo mismo fuese fruto de mi propia imaginación? Una irrealidad dentro de otra irrealidad. Me imagino a mí mismo imaginándome el mundo que me rodea. Entonces mi imaginación sería Dios. Tal vez todos seamos los dioses de nuestro propio universo,  dioses imperfectos, en un extraño Olimpo. Siete mil millones de dioses, creando siete mil millones de universos que en ocasiones son  tangentes entre sí.

Como uno de estos días me crea Napoleón prometo hacermelo mirar.

 

Tao Te Ching, de Lao Tse


A la hora de leer soy muy anárquico y tremendamente desordenado, unas lecturas me llevan a otras en un orden o secuencia sólo coherente para mí. Si bien suelo prestar atención a los libros que me recomiendan, me gusta recorrer solo el camino que lleva de un libro a otro. Avanzar así, puede que tenga sus riesgos, llegar a callejones sin salida, quedar durante algún tiempo varado o picotear de libro en libro perdido y sin rumbo fijo; aun así, todo ello queda compensado por la emoción que siento cuando ese camino me lleva a lugares nuevos e inesperados. En uno de esos lugares, despues de meses de vagar erráticamente, llevo algunas semanas semanas felizmente instalado: el lejano oriente.

Es un mundo que nunca me ha interesado de una manera especial. He leído a muy pocos autores orientales, y todos modernos: Yukio Mishima, Kenzaburo Oe, Yasunari Kawabata, Gao Xingjian pero poco más. Mi  interés, sin saber muy bien por qué, se ha centrado ahora en textos tradicionales orientales. Una entrada  anterior de este blog estaba dedicada a un libro, el Hagakure, que dio inicio a este apasionante viaje. Este fin de semana he leido el Tao Te Ching, libro escrito aproximadamente hace 2.500 años y considerado uno de los textos referenciales del pensamiento oriental. Atribuido a Lao Tsé está compuesto de máximas breves, en torno al concepto de Tao. He intentado investigar un poco para saber qué es eso del Tao pero la búsqueda ha sido estéril y mi mente occidental se topa, una y otra vez, contra un muro. La definición más clara y exacta que he encontrado es: “El Tao verdadero es el Tao verdadero”. Lao Tsé lo dice en la primera de las 81 partes en las que se divide el texto: “El Tao que puede expresarse con palabras no es el Tao eterno”.

Mis conocimientos sobre Taoísmo, sobre la cultura china,  sus costumbres, tradiciones y pensamiento son nulos,  por eso sé que me estoy perdiendo una gran parte de las ideas que este libro encierra, que hay mucho más de lo que yo creo entender oculto tras esa sucesión constante de paradojas. Pero la ignorancia es atrevida y juego a buscarle, si no el sentido, al menos mi sentido. Creo que, como ocurre con el Tao, los grandes problemas de los hombres son los grandes problemas de los hombres, aunque a esos hombres les separen 9.000Km o 2.500 años. La globalización tal vez  no sea un invento tan moderno.

Fragmentos del Tao Te Ching:

Para mantenerse en plenitud, ¡cuánto mejor detenerse a tiempo!
No hay que verter agua en un vaso lleno.
Si continuas afilando y usando la espada, no durará mucho su filo.
Si llenas tu casa de oro y jade, ¿quién podrá resguardarla?
El exceso en todo provoca la desgracia.
Ésta es la Ley del Cielo:
¡Retírate una vez realizado tu trabajo!


Treinta radios se unen en una rueda; del agujero del centro depende el uso del carro.
Hacen los vasos de arcilla; es el espacio vacío de su interior el que le da su utilidad.
Construyen puertas, paredes y ventanas en una casa; pero son los espacios vacíos los que la hacen habitable.
Así, mientras lo tangible tiene ventajas, es lo intangible de donde proviene lo útil.


Sólo la Nada penetra en donde no hay espacio.
Por esto conozco las ventajas del  No-Hacer.
Pocas cosas bajo el cielo son tan instructivas como las lecciones del silencio, o tan beneficiosas como los frutos del No-Hacer.


Sin salir más allá de tu puerta, puedes conocer los asuntos del mundo.
Sin asomarte a través de  la ventana, puede ver al Tao Primordial.
No es necesario viaja más lejos para conocer más.
Así pues, el Sabio conoce sin viajar, ve sin mirar, y logra sin actuar.


Nada en el mundo es más blando y débil que el agua; mas ¡no hay nada como el agua para erosionar lo duro y lo fuerte!, pues nada puede reemplazarla.
Que lo débil venza a lo fuerte y lo blando a lo duro, es algo que todos conocen pero que nadie practica.



Lo dejo aquí, Las Analectas, El arte de la guerra y Li Po me están esperando.
 

14N - Éxito clamoroso

 
 
 
Parece ser que la jornada de huelga de ayer fue un éxito para todos. Unos están realmente satisfechos, pues la huelga fue seguida masivamente por los trabajadores y la gente salió mayoritariamente a la calle a manifestarse. Los otros están también satisfechos, pues la participación fue reducida y no fue lo suficientemente transcendente como para tener que hacer modificaciones en su hoja de ruta. Al parecer todos contentos.

En vista de los resultados, mis más sinceras felicitaciones a todos, a los unos y a los otros.

Hagakure

Ha llegado a mis manos, de una forma casual, un pequeño libro escrito por Yamamoto Tsunetomo, un samurái del siglo XVIII que tras la muerte de su señor se retira a las montañas a escribir las reglas del bushido o “camino del guerrero”. Su título es Hagakure (se puede traducir como “a la sombre de las hojas”) y es una recopilación de breves ideas que describen el código guerrero de los samurái. Dejo aquí alguna de ellas:

                   Fugacidad

La vida humana sólo dura un instante, es necesario tener la fuerza de vivirla haciendo lo que más nos gusta. En este mundo fugaz como un sueño, vivir en el sufrimiento no haciendo más que cosas que nos disgustan es una pura locura. Sin embargo, este principio, mal entendido, puede ser nocivo, por ello he decidido no enseñarlo a los jóvenes...

 Cuando el agua sube…

Existe un proverbio que reza: "Cuando el agua sube, el barco también." En otras palabras, frente a las dificultades, las facultades se agudizan. Es cierto que los hombres valientes cultivan seriamente sus talentos cuando las dificultades con las que están enfrentados son importantes. Es un error imperdonable dejarse abatir por las dificultades.

 La actitud frente a la tormenta

Existe lo que se llama la actitud durante la tormenta. Cuando uno es sorprendido por una repentina tormenta, se puede o bien correr lo más aprisa posible o bien colocarse rápidamente bajo los aleros de las casas que bordean el camino. De todos modos nos mojaremos. Si uno ya estuviera preparado mentalmente a la idea de estar mojado, se estaría a fin de cuentas muy poco contrariado con la llegada de la lluvia. Se puede aplicar este principio con provecho en todas las situaciones.

Complejidad

“A fe que no fue tan piadoso Eneas como Virgilio le pinta,
ni tan prudente Ulises como le describe Homero”                         
                            Miguel de Cervantes


La realidad es lo suficientemente compleja como para que sea, en mi opinión, imposible retratarla en un articulo de prensa o en los pocos minutos que dura un informativo. Me temo que todo lo que ocurre, es el fruto de incontables causas, de múltiples factores que interrelacionados entre sí se ponen en movimiento como si de una reacción química en cadena se tratase. No me fio de los análisis simplistas que reducen la realidad a eslóganes, que para todo encuentran un único culpable o causa y aun así, a pesar de mi escepticismo, muchas veces claudico y los doy por buenos.
 
Es humana la necesidad de simplificación, todos necesitamos respuestas simples a todas las cuestiones por complejas que estas sean, explicaciones sencillas que podamos comprender y que den seguridad y coherencia a nuestra propia visión del mundo.

No tenemos remedio

El presidente de la Asociación de Militares Españoles (AME) reclama el estado de guerra en caso de independencia de Cataluña:

“España es una nación indisoluble totalmente y en caso de amenaza de fractura o en caso de separatismo nuestro punto de vista es que se declare el estado de guerra, o el estado de excepción o el estado de sitio”.
Varios  eurodiputados catalanes, por su parte, envían una carta a la Vicepresidenta de la Comisión Europea de Justicia y Libertad:

“Nos dirigimos a usted a fin de transmitirle nuestra alta preocupación por una serie de amenazas sobre el uso de la fuerza militar contra la población catalana…”.
Verdaderamente  surrealista, rozando casi el esperpento. Pero es que España es un país surrealista y esperpéntico. No hace tanto tiempo, en 1873,  el gobierno cantonal de Cartagena se pone en contacto con los Estados Unidos para solicitar su entrada en la Unión, la ciudad de Granada le declara la guerra a su vecina Jaén, Utrera se independiza de Sevilla y la nación de Jumilla amenaza a la nación de Murcia:

“La nación Jumillana desea vivir en paz con todas las naciones vecinas y, sobre todo, con la nación murciana, su vecina; pero si hoyara su territorio, Jumilla se defenderá, como los héroes del Dos de Mayo, y triunfará en la demanda, resuelta completamente a llegar, en sus justísimos desquites, hasta Murcia, y a no dejar en Murcia piedra sobre piedra.”
 Está visto que no tenemos remedio.

Maleza

”Nos estamos cargando el planeta”, dicen algunos. No logro comprender esa prepotencia, pensar que el ser humano será capaz de destruir su propio mundo me resulta extraño. No creo en un hombre todopoderoso destructor del cielo y de la tierra. No me creo nada de todo lo que cuentan esos agoreros. Es más, estoy firmemente convencido de todo lo contrario; al final la Naturaleza se impondrá y acabará con nosotros. No quedará un solo ser humano sobre la faz de la tierra y sobre sus despojos crecerá victoriosa la maleza. Es solo cuestión de tiempo.




 

Genio y figura...

Año 1478. Los Buonarroti, Ludivico y Francesca, en su residencia de Caprese contemplan horrorizados el resultado de la última ocurrencia de su pequeño retoño de tres años:

-          ¡¡Michelangelo!!, ¡¡Por el amor de Dios!!, ¡¡ Cuántas veces tedremos que decirte que no se pinta en las paredes!!
 
 

Sísifo García

Por una traición al dios Zéus, éste me condenó a muerte y envió a su hermano Hades a que me enviara al reino de los muertos. Conseguí escapar en varias ocasiones de la intención de los dioses, pero finalmente tuve mi castigo. Se me condenó a recoger la cocina: limpiar los platos, la encimera, desengrasar los azulejos, rascar la vitrocerámica, barrer y fregar el suelo…, pero cuando toda la cocina parece recogida, llega el momento de la siguiente comida y tengo que empezar otra vez de nuevo y así, durante toda la eternidad.




Maldito seas

 Maldito hijo de puta. Ese verso es mío. ¿Cómo se te ocurre utilizarlo? ¿Cómo tienes la osadía de afirmar que todo es fruto de tu ingenio? Dios….como te odio.
Cada vez que leo un poema y me gusta, en lugar de sentir admiración por su autor, lo que siento es un profundo y absoluto desprecio. No es envidia, no… es rabia. La rabia de saber que he sido víctima de un expolio. ¿Cómo ha podido ese cabrón entrar en lo más profundo de mi ser? ¿Cómo demonios ha podido llevarse eso que siento, que me atormenta, que me conmueve? Ese verso es mío, solo mío. Maldito seas.

Eterna espera

Soy Vladimir. Soy Estragón. He pasado media vida al borde de la carretera esperando a un tal Godot que nunca llega. Y mientras tanto, todo parece absurdo.

Soy Giovanni Drogo. He pasado media vida encerrado en la fortaleza Bastiani esperando, en el desierto, la llegada de los Tártaros. Y mientras tanto, el tiempo pasa.

Posiblemente lleguen, tanto Godot como los Tártaros, pero todo lo que queda atrás después de esta larga espera será sencillamente irrecuperable. Y todo seguirá siendo igual de absurdo y el tiempo seguirá pasando.

Diego Vasallo - La vida te lleva por caminos raros

Vida normal

En un par de días finalizo las vacaciones y vuelvo a lo que algunos llaman la vida normal. Se terminó eso de levantarse de la cama cuando lo pide el cuerpo, leer la prensa despacio mientras disfruto lentamente de un café,  tomar sin prisa una caña con la gente que me importa, dejar que el tiempo fluya mientras sencillamente no hago nada o despilfarrar las horas disfrutando de todo aquello que me gusta.

La vida normal es otra cosa, en la vida normal no hay tiempo, el tiempo no existe. Alguien nos convenció de que el tiempo es oro y como tal, es un bien escaso y raro, un lujo del que se puede prescindir. No hay tiempo para uno mismo, ni para los demás, no hay tiempo para detenerse ni siquiera hay tiempo para VIVIR pues hemos de dedicar todo nuestro esfuerzo y tiempo en vivir.

Personalmente puedo llegar a entender que todo esto sea, como mucho, necesario, pero jamás normal.

Cuerpazo


 Clínica ANDERS
Análisis Clínicos.


Parámetro
Resultado
V. Referencia
Hematíes
4,57
4 – 5,5
Hemoglobina
14,2
12,8 – 16
Hematocrito
39,5
36 - 46
Calcio
8,7
8,5 – 10,10
Magnesio
2,1
1,6 – 2,4
Sodio
143,2
135 – 150
Potasio
4,23
3,5 – 5,00
Acido Úrico
3,2
2,2 – 6,5
Colesterol
186
140 – 240
HDL Colesterol
56
40 – 120
Trigliceridos
80
30 – 160
Bilirrubina total
0,75
0,25 – 1,15















No puedo menos que rendirme a la evidencia, los datos son inobjetables. Hoy puedo asegurar sin ningún tipo de rubor, pues los resultados obtenidos  mediante las técnicas de análisis más modernos así lo avalan, e incluso demostrar documentalmente, de una manera empírica, de una forma totalmente objetiva y fuera de toda duda, subjetividad o impresión personal que,  en contra de mi propia percepción y de algunos comentarios maliciosos que he escuchado, estoy realmente muy bueno.

¿Qué se puede esperar?



¿Qué se puede esperar de un hombre que nunca quiso ser astronauta, futbolista, policía, médico ni bombero? Que a la edad de cinco años descubrió que la felicidad consiste en poder vivir sin trabajar o como mal menor ser lechero. ¿Qué se puede esperar de alguien así? Posiblemente, nada bueno.