“Lo que un hombre es en sí mismo, lo que le acompaña en la soledad y lo que nadie puede darle ni quitarle, es indudablemente más esencial para él que todo lo que puede poseer o lo que puede ser a los ojos de los demás.” (Arthur Schopenhauer)

Ligero de equipaje





Pensé que llegado este momento  necesitaría una empresa de mudanzas, un par de camiones, varios operarios. Sin embargo, todos mis bienes han cabido, sin problemas, en tres pequeñas cajas, dos bolsas de plástico y la mitad de una maleta.

Yo estuve ahí



Miles de turistas invaden diariamente la ciudad. Descienden de sus autobuses y, armados con cámaras digitales, ocupan calles y plazas. Palacios, fortalezas, templos, los  antiguos centros del poder político,  militar y religioso son asaltados por las masas como si de una revolución popular se tratase.
Grupos de turistas, muchos de ellos recorren Europa como un todo y visitan en tres días seis ciudades españolas, en una frenética yincana que les proporcione los mejores fondos para unas fotografías que, como actas notariales, permitan demostrar que yo estuve ahí. Tengo cientos de anécdotas que me hacen pensar que alguno de ellos, ni sabe dónde está.
Esto no es una ciudad, vivo en medio de una factoría y ellos, los turistas, no son más que la materia prima de la que se alimenta esta industria encargada de procesar riqueza económica a partir de la necesidad de escapar del monótono y tedioso quehacer diario. 

El burdel

Desde los quince años frecuento el lugar, la primera vez fui con mi padre. Siempre tienen preparada su mejor sonrisa, me miran, me invitan a su mesa, me adulan, me seducen, me agasajan y aunque sé que es mi dinero lo que realmente desean, me ofrecen sus servicios de tal forma que, a veces, se me olvida y creo, ingenuamente, que me quieren.  He dejado allí casi todos mis ahorros, aún así, parecen no tener nunca bastante.

Dry Martini S.A. - Nacho Vegas

Caminar en círculos



Lo malo de caminar en círculos es que no se llega muy lejos; lo bueno, la sensación de seguridad que ofrece seguir veredas ya trilladas.

Donde no hay mata...

Hace un par de noches tuve tres sueños.
Primer sueño: Me veo a mi mismo caminando hacia la iglesia de mi antigua escuela. El viento me impide avanzar debido a su virulencia y me arrastra contra la pared del templo. En el patio del mismo, alguien conocido me invita a comer un melón maduro.
Segundo sueño: Siento y escucho el crepitar de un rayo y mi cuarto es inundado por una lluvia de fuego.
Tercer sueño: estoy en una estancia, delante de un diccionario y un libro de poemas. Logro ver un verso de Ausonio: “¿Cuál será el camino que seguiré en mi vida? De repente, un desconocido entra en el cuarto y me ofrece un libro abierto con dos palabras SI y NO.
Investigando sobre su posible interpretación me encuentro con la curiosa sorpresa de que hace 393 años René Descartes había tenido exactamente estos tres mismos sueños.
Para Descartes estos sueños fueros reveladores y cambiaron no solo su propia vida sino la historia de la Filosofía y de las Matemáticas. Yo, por mi parte, me desperté algo sobresaltado, me levanté a mear y seguí durmiendo dulce y plácidamente; y es que, como decía mi abuelo: “donde no hay mata, no hay patata”.

Canción regia - Rainer Maria Rilke




CANCIÓN REGIA

Debes con dignidad soportar la vida,
tan sólo lo mezquino la hace pequeña;
los mendigos te podrán llamar hermano,
y tú puedes sin embargo ser un rey.

Aunque el divino silencio de tu frente
no lo interrumpa dorada diadema,
los niños se inclinarán en tu presencia,
los entusiastas te mirarán atónitos.

A ti los días de rutilante sol
te hilarán rica púrpura y blanco armiño,
y, con pesares y dichas en sus manos,
de rodillas ante ti estarán las noches.
                                 Coronado sueño (1896)

Ser y no ser

Yo no soy profesor. Trabajo por las mañanas dando clases en un instituto para poder ser el resto del día lo que me dé la gana.

Un poema de Roger Wolfe

EL VASO

Siéntate
a la mesa.
Bebe un vaso
de agua. Saborea
cada trago.
Y piensa
en todo el tiempo
que has perdido.
El que estás perdiendo.
El tiempo
que te queda por perder.