“Lo que un hombre es en sí mismo, lo que le acompaña en la soledad y lo que nadie puede darle ni quitarle, es indudablemente más esencial para él que todo lo que puede poseer o lo que puede ser a los ojos de los demás.” (Arthur Schopenhauer)

Vida normal

En un par de días finalizo las vacaciones y vuelvo a lo que algunos llaman la vida normal. Se terminó eso de levantarse de la cama cuando lo pide el cuerpo, leer la prensa despacio mientras disfruto lentamente de un café,  tomar sin prisa una caña con la gente que me importa, dejar que el tiempo fluya mientras sencillamente no hago nada o despilfarrar las horas disfrutando de todo aquello que me gusta.

La vida normal es otra cosa, en la vida normal no hay tiempo, el tiempo no existe. Alguien nos convenció de que el tiempo es oro y como tal, es un bien escaso y raro, un lujo del que se puede prescindir. No hay tiempo para uno mismo, ni para los demás, no hay tiempo para detenerse ni siquiera hay tiempo para VIVIR pues hemos de dedicar todo nuestro esfuerzo y tiempo en vivir.

Personalmente puedo llegar a entender que todo esto sea, como mucho, necesario, pero jamás normal.

Cuerpazo


 Clínica ANDERS
Análisis Clínicos.


Parámetro
Resultado
V. Referencia
Hematíes
4,57
4 – 5,5
Hemoglobina
14,2
12,8 – 16
Hematocrito
39,5
36 - 46
Calcio
8,7
8,5 – 10,10
Magnesio
2,1
1,6 – 2,4
Sodio
143,2
135 – 150
Potasio
4,23
3,5 – 5,00
Acido Úrico
3,2
2,2 – 6,5
Colesterol
186
140 – 240
HDL Colesterol
56
40 – 120
Trigliceridos
80
30 – 160
Bilirrubina total
0,75
0,25 – 1,15















No puedo menos que rendirme a la evidencia, los datos son inobjetables. Hoy puedo asegurar sin ningún tipo de rubor, pues los resultados obtenidos  mediante las técnicas de análisis más modernos así lo avalan, e incluso demostrar documentalmente, de una manera empírica, de una forma totalmente objetiva y fuera de toda duda, subjetividad o impresión personal que,  en contra de mi propia percepción y de algunos comentarios maliciosos que he escuchado, estoy realmente muy bueno.

¿Qué se puede esperar?



¿Qué se puede esperar de un hombre que nunca quiso ser astronauta, futbolista, policía, médico ni bombero? Que a la edad de cinco años descubrió que la felicidad consiste en poder vivir sin trabajar o como mal menor ser lechero. ¿Qué se puede esperar de alguien así? Posiblemente, nada bueno.

Multitarea


“Nacho, si estás leyendo, apaga la tele, estás despilfarrando energía eléctrica. Si estás viendo la tele, deja de leer, no te enterarás de nada."

Me conoces desde hace tiempo y aún así no entiendes que soy multitarea, capaz de realizar simultaneamente actividades muy distinas entre sí. No entra dentro de tu lógica que pueda hacer, sin ningún tipo de problemas, las dos cosas a la vez: despilfarrar energía eléctrica y no enterarme absolutamente de nada.

Funambulismo



No sé en qué momento exacto de mi vida quitaron la red. Solo sé que ignorante e inconsciente del peligro, con la alegría y la fe ciega del que no conoce otro camino, seguí avanzando. La cuerda cada vez más alta, a cada paso más inestable y de repente, a 538 metros de altura, el abismo.  ¿Pero qué diablos hago yo aquí?

Silencio y vértigo como única respuesta.

El plazo de Nerón - Kavafis



No se inquietó Nerón cuando escuchó
del délfico adivino aquel oráculo.
«Los setenta y tres años témelos».
Quedaba tiempo aún para gozar.
Pues tiene treinta años, y es bien largo
el plazo que le ha concedido el dios
para ocuparse ya en futuros cuidos.

Ahora a Roma volverá un tanto fatigado,
pero tan felizmente fatigado de este viaje,
que ha sido todo días de placer
por teatros, por jardines, por gimnasios...
las noches de las ciudades de Acaya...
Ay, de cuerpos desnudos el placer, ay, sobre todo...

Así Nerón. Y ya en Hispania, Galba
reúne y ejercita sus tropas a escondidas,
el viejo de setenta y tres años

Géminis

He leído hace un momento mi horóscopo para hoy y la previsión es:
Amor: Gran armonía en las relaciones amorosas, se respiran aires de unión, encanto y reciprocidad en los sentimientos.
Salud: Estará pletórico de energía y si tiene algún problema de salud, hoy tenderá a mejorar.
Suerte: Será un día en el que le sonría la suerte. Arriesgue con cualquier actividad en la que esté involucrado el azar, el día es propicio.
Trabajo: Buen día para los negocios. El éxito está casi garantizado, sepa aprovecharlo. En el trabajo será capaz de demostrar toda su valía, sus jefes se lo valorarán.
Dinero: Le irá mucho mejor de lo que esperaba. Inesperados ingresos mejorarán sustancialmente su economía.
Hay que joderse… hoy los astros se han alineado de tal forma que ni al cielo podré imputarle la culpa de mis desdichas.

El Miedo - Gabriel Chevallier

Los hombres son imbéciles e ignorantes. De ahí les viene su miseria. En lugar de reflexionar, se creen lo que les cuentan, lo que les enseñan. Eligen jefes y amos sin juzgarlos, con un gusto funesto por la esclavitud. Los hombres son unos mansos corderos. Es lo que hace posible los ejércitos y las guerras. Mueren víctimas de su estúpida docilidad.

Cuando se ha visto la guerra como yo la acabo de ver, uno se pregunta: "¿Cómo se puede aceptar una cosa así? ¿Qué tratado de fronteras, qué honor nacional puede legitimar semejante cosa? ¿Cómo se puede maquillar de ideal lo que es simple bandidaje, y obligar a admitirlo?".

Se dijo a los alemanes: "¡Adelante con la guerra lozana y alegre! ¡Nach Paris y Dios sea con nosotros, por una Alemania más grande!". Y los buenos alemanes pacíficos, que se lo toman todo en serio, se movilizaron para la conquista, se convirtieron en bestias feroces.
 
Se dijo a los franceses: "Nos atacan. Es la guerra del derecho y de la revancha. ¡A Berlín!". Y los franceses pacifistas, los franceses que no se toman nada en serio, interrumpieron sus ensoñaciones de pequeños rentistas para ir a batirse.

Y lo mismo ocurrió con los austriacos, los belgas, los ingleses, los rusos, los turcos y a continuación los italianos. En una semana, veinte millones de hombres civilizados, ocupados en vivir, en amar, en ganar dinero, en labrarse un futuro, han recibido la consigna de interrumpirlo todo para ir a matar a otros hombres. Y esos veinte millones de individuos han aceptado esta consigna porque se los había convencido de que tal era su deber.

Veinte millones, todos de buena fe, todos de acuerdo con Dios y con su príncipe... Veinte millones de imbéciles... ¡Como yo!
El miedo, de Gabriel Chevallier


Dariorias

Quousque tandem abutere, Dario, patientia nostra?
Quam diu etiam furor iste tuus nos eludet?
Quem ad finem sese effrenata iactabit audacia?

                               ¿Hasta cuándo, Dario, abusarás de nuestra paciencia?
                                         ¿Hasta cuándo esta locura tuya seguirá riéndose de nosotros?
                                         ¿Cuándo acabará esta desenfrenada audacia tuya?

Malas influencias

Mi alma, a base del contacto diario con mi cuerpo, se ha vuelto descreída y como si ignorase que es eterna, se aferra a esta vida temerosa que su destino no sea más que puro polvo. Por el contrario mi cuerpo, a base del contacto diario con mi alma, se cree totalmente inmortal y me arrastra, imprudente, hacia todos los excesos.

Regalos

Soy muy despistado, tremendamente despistado y si a eso le sumamos que el orden no es precisamente una de mis virtudes, el resultado es, como no podía ser otro, que paso gran parte de mi tiempo buscando cosas que no sé exactamente dónde he dejado. Las llaves, la cartera, el paraguas, el reloj, la agenda, el móvil, el cargador del móvil o el mando del garaje son algunas de las cosas que pierdo prácticamente a diario. Normalmente, al cabo de diez, quince, veinte minutos, como mucho media hora, suelen aparecer en el lugar más insospechado. Pero hay veces que, determinadas cosas, no aparecen tan fácilmente y parecen perderse para siempre.
Como mi casa es pequeña y el estado de búsqueda es constante, no es raro que, de vez en cuando, el proceso sea a la inversa. De repente y como por arte de magia, aparecen  treinta euros, con los que no contaba, en el bolsillo pequeño de esa cazadora que ya no suelo usar; esa foto, que daba por perdida, la encuentro dentro de uno de los libros que dejo siempre a medio leer; o descubro, en el fondo de un armario, una antigua carta, de hace más de veinte años. Todas esas cosas olvidadas que el azar recupera, son regalos que compensan, con creces, su temporal pérdida.

Luz

Me gusta la luz, cuanta más mejor. Si por mí fuese las persianas y cortinas de mi casa jamás se cerrarían. Al llegar la noche necesito encender todas las luces de la sala, que potentes lámparas inunden con su luz toda la estancia. No soporto la luz tenue ni vivir en la penumbra. Tiempo tendré de sobra para estar a oscuras.

Razón vs Pasión

Si paro a analizar una a una todas las decisiones que he tomado en mi vida y que a posteriori resultaron ser decisivas, para bien o para mal, en mi destino, no me queda más remedio que admitir que ninguna de ellas fue fruto de la razón. Poco tuvo que ver el análisis sosegado de todas las variables, el estudio detallado de los pros y de los contras de cada una de las alternativas o el meticuloso examen de las posibles consecuencias. En todas y cada una de ellas hubo un alto contenido de irracionalidad. Casi todas han sido el fruto de intuiciones, sospechas, presentimientos, corazonadas, arrebatos, premoniciones, creencias, delirios... Las circunstancias, las casualidades y el azar (el único Dios verdadero) han hecho el resto.

Siete de cada diez



Siete de cada diez personas con las que hablo parecen tener la solución concreta para todos y cada uno de los males de este mundo. Dado el impresionante número de sabios que este mundo habitan,  me limitaré a oir, ver y seguir al pie de la letra la proposición 7 del Tractatus logico-philosophicus de Ludwig Wittgenstein.