“Lo que un hombre es en sí mismo, lo que le acompaña en la soledad y lo que nadie puede darle ni quitarle, es indudablemente más esencial para él que todo lo que puede poseer o lo que puede ser a los ojos de los demás.” (Arthur Schopenhauer)

Otro gallo cantaría






“Lo que a mí me parece mal en los periódicos es que soliciten todos los días nuestra atención para cosas insignificantes, mientras que los libros que contienen cosas esenciales no los leemos más que tres o cuatro veces en toda nuestra vida. En el momento ese en que rompemos febrilmente todas las mañanas la faja del periódico, las cosas deberían cambiarse y aparecer en el periódico, yo no sé qué, los… pensamientos de Pascal, por ejemplo.”

“Por el camino de Swann” de Marcel Proust



El poder de la palabra



Usté no sabe
con quién
se está metiendo
dijo el borracho
en la
comisaría.

Porque soy
poeta
y fui tocado
por los dioses
con el poder
de la palabra.

Y le partieron
la otra ceja
antes de darle
por el culo
con su propia
estilográfica.

               Roger Wolfe

El hundimiento



-       ¡Venid! ¡Mirad! ¡Hay un hombre ahí, hundiéndose en el lodazal! 
 -          ¿Pero cómo ha sido? 
-          ¿Cómo ha ocurrido? 
-          ¡Parece increíble! ¿Cómo habrá llegado hasta ahí?
-     Estaba justo delante de mí. Caminaba confiado, tranquilo, yo diría que incluso feliz, con paso firme, decidido.
-          Es verdad todo lo que dice,  lo puedo corroborar.
-          Pero no sé si por una mala decisión, un mal paso o simplemente mala suerte se salió del camino y por el terraplén abajo se fue hacia el cenagal.
-     Mucha gente lo vio rodar. Primero se quedó sin trabajo, luego sin paro, posteriormente se le terminó cualquier ayuda de tipo económica, durante una temporada pudo tirar de ahorros pero se terminaron enseguida; actualmente no tiene ningún tipo de ingreso y no recibe ningún tipo de ayuda. Creo que ha ya agotado todas las posibilidades: Asistente Social, Cáritas, Cruz Roja, Banco de Alimentos,.. todo.
-          Creo haber oído que su mujer está gravemente enferma.
-          Sí, cuando las desgracias llegan, nunca llegan solas.
-    Con todo eso le han echado de su casa y ya debe seis meses de alquiler en la que vive ahora.

La gente se arremolinaba a su alrededor. En cuatro años da tiempo a que se arremoline mucha gente.

-      Es una vergüenza permitir que un hombre así esté en semejante situación.
-       Es verdad, tenemos un gobierno y unos políticos inútiles.
-   Eso es, eso es… la culpa es del gobierno, del ayuntamiento y de toda esa sarta de políticos corruptos que tenemos y que no hacen más que chupar…
-    ¡Eh mirad! ¡Mirad como se hunde! ¡Hay que hacer algo!
-   ¡Es vergonzoso! ¡Protestemos! ¡Dinamitemos el Ayuntamiento!
-   ¡Asaltemos las Instituciones! ¡Quememos contenedores! ¡No se le puede hacer esto a gente honrada! - ¡Esta situación no puede quedar impune!

Y de repente alguien, ingenuamente, pregunta:
 -          ¿Y si intentásemos bajar y sacarlo nosotros del pozo?
-          Bueno… yo es que estoy un poco apurado ahora mismo.
-          A mí me pilla en un mal momento, en cinco minutos tengo cita en el médico.
-          Yo es que entro a trabajar ahora mismo.
-          Llevo puesto el traje nuevo… comprendedme.
-         La verdad es que es una pena… pero es que yo pasaba por aquí de casualidad… no le conozco de nada…
-          Sigue hundiéndose… mirad, ya está hundido hasta la cintura.

Todo el mundo que se enteraba del asunto pasaba por allí y sacaba la cabeza para contemplar la escena.

 -          Es una verdadera pena.
-          El caso es que parece que lo está llevando bien…
-          Que estoicismo…
-          Ni un improperio, ni un mal gesto, ahí está hundiéndose sin perder las formas ni la dignidad.
-          Dicen que si se mueve se hundiría más rápidamente.
-          La verdad es que su actitud es digna de envidia.
-          Yo no sé si podría soportarlo.
-          Nada… que no deja de hundirse. Le llega el barro al cuello.

No todo fue indiferencia, también había quien, misericordiosamente y con total buena fe,  le ofreció toda su ayuda.

-          Tal vez podamos ponerle música para que se entretenga un poco.
-          Déjate de músicas… ¡EEEEEEEH¡   ¿QUIERES QUE TE BAJEMOS UN TELEVISOR?
-          Mi hijo estuvo hace unos días aquí y le tiró las obras completas de Benito Pérez Galdós.
-      Yo, como representante de Viajes el Corte Inglés, le hago entrega de un cheque viaje para dos personas al corazón de Manhattan.
-       La Asociación de Ferreteros Españoles, de la que soy Presidente, le obsequia con esta magnífica colección de herramientas dignas de un autentico profesional, todas ellas perfectamente organizadas en una utilísima caja fácilmente transportable, para que siempre las tenga a su total disposición.
-        Rápido, rápido, que pase el siguiente que quiera colaborar que se nos hunde. Ya le llega el lodo al cuello.

 Pero sin duda la ayuda más inestimable fue la ofrecida por los medios de comunicación al hacerse eco de la noticia. El caso podría así darse a conocer masivamente y sería más fácil encontrar una solución.

-        Por favor… ¿Podría despeinarse un poco? Con esa raya tan marcada no parece que esté usted atravesando una mala racha.
-          ¡En diez segundos entramos en directo!
-          Diez, nueve, ocho, siete, seis,….
-      ¡QUE CONECTEN DE UNA PUTA VEZ O NOS QUEDAMOS SIN TESTIMONIO! ¡ESTE HIJO DE PUTA NO PARA DE HUNDIRSE!
-          ¿Y dice usted que busca comida en la basura?
-          ¿Ha pensado en la posibilidad de prostituirse?
-          ¿Se dejaría cortar las piernas en directo a cambio de que lo saquemos de ahí?
-          ¡DEJADLO YA, DESPEDIDLE! ¡EN DIEZ SEGUNDOS ENTRAMOS CON EL FUTBOL!
-          Ufff… justito justito.
-        Al final quedó muy bien. La última toma, con la música… el plano que se abría y se abría mientras el tipo se hundía y se hundía. Ni preparándolo sale mejor. Esa desconexión justo en el momento en que el lodo lo cubre completamente, sin duda  un gran trabajo.